Por el Dr. Luis Gerardo Márquez López
En la actualidad estamos pasando por tiempos inusuales y difíciles para las generaciones de los ochentas y para las más nuevas, situaciones por las que entendemos poco a los jóvenes ya que recibimos educación basada en valores morales y respeto hacia nuestros semejantes y personas mayores, hechos que entienden poco los jóvenes actuales ya que nacieron con la mira de desear y obtener con el mínimo de los esfuerzos necesidades y recompensas hacia ellos.
Con el justificante de “que no pasen lo que yo sufrí“, pues bien, creyendo en el firme pensamiento de hacerles el bien en su formación caemos en la falsa impresión de criarlos mejor que a nosotros (en muchos y probablemente en la mayoría de los casos), pero en realidad estamos dando a nuestro país ciudadanos faltos y/o carentes de valores, tanto espirituales como cívicos, valores que son necesarios para conducirse en la vida diaria, que te abren puertas a la buena convivencia y ¿porque no? a las buenas maneras en el pedir y dar.
Por eso exhorto a los lectores que tengan interés en cambiar su entorno y les inconforman las actuales condiciones; a formar las próximas generaciones con el buen ejemplo de nuestros actos y hechos de bien al prójimo.
Y así, tomemos el futuro con la seguridad de sentirnos mejores cada día, en cada relación con nuestras familias y gente con la que convivimos día con día, para formar y tener la certeza de estar creando mejores ciudadanos que serán los conductores y protagonistas de nuestra futura nación, y entregarles en sus manos las riendas, sabiendo que ellos mejoraran las condiciones actuales de nuestra patria; logros obtenidos a lo largo de una formación llena de orientación y ejemplos en el actuar y vivir diaria.
Entendamos que la construcción de un México mejor se da con la formación de buenas y mejores juventudes, que, dicho sea de paso, heredarán un México mejor si ponemos en marcha el engranaje para la mejor educación y cultura; con el modo de actuar (enseñar con el ejemplo) dejaremos herencia verdadera para que se hagan valer en el camino de la vida sin titubeos ni represiones.
Pues bien, queridos lectores facilitemos las herramientas, realicemos nuestras tareas, lo mejor en todo, hagamos esto para que se enderecen los tejidos de la sociedad que están ya muy torcidos y maltratados por personas y malos dirigentes que quieren y luchan por querer ver hundida a las juventudes en obediencia ciega, que son débiles de carácter y poca o nula capacidad de análisis del entorno, en un mundo de cervilidad para los intereses obscuros que las mentes maquiavélicas de los auto proclamados falsos líderes en los diferentes ramos y actividades como se dan en los tiempos actuales.
Hago un llamado a los interesados, para cultivarse, analizar, discernir y ayudar a cultivar a los demás, para los futuros ciudadanos que regirán el funcionar de nuestro amado México.
Por mejores condiciones de vida para nuestra gente y el bien de nuestra Patria…